Oncología Intervencionista
Afección: Cáncer / Tumor de pulmón, hígado, riñon, péncreas, tumores en partes blandas
Se conoce como Oncología Intervencionista a aquel grupo de tratamientos y procedimientos mínimamente invasivos que aplicados por un Radiólogo Intervencionista se emplean para curar o aliviar el cáncer. Estos especialistas trabajan siempre bajo el amparo de otros especialistas.
Entre los tratamientos se incluyen los siguientes:
Biopsia Percutánea
Objetivo: Confirmación y tipificación del tipo de cáncer o tumor.
Descripción: La biopsia consiste en obtener una pequeña muestra de tejido tumoral que en la mayoría de los casos puede realizarse de forma mínimamente invasiva mediante una punción guiada generalmente por ultrasonido o tomografía.
Generalmente es una pequeña intervención con escaso riesgo, sin dolor significativo y que solo requiere ingreso hospitalario durante unas horas.
Quimioembolización Hepática
Objetivo: Dar dosis de quimioterapia hiper-localizada en tumor de hígado.
Descripción: Bajo anestesia local y sedación, el Radiólogo Intervencionista introduce un catéter a traves de un pequeño orificio en la arteria femoral de la ingle del paciente. Desde ahí hará que el catéter navegue hasta el hígado para una vez ahí, cateterizar de manera superselectiva la rama de la arteria hepática que nutre el tumor. Una vez ahí, a través del catéter se inyectan micropartículas cargadas de quimioterapia que actuarán directamente sobre el tumor sin que se dañe la parte sana del hígado.
Beneficios: Frente a la quimioterapia tradicional que se pone en vena, la quimioembolización permite multiplicar por 50 la dosis de quimioterapia que recibirá el tumor al tiempo que se evitan los efectos secundarios que se aparecen cuando la quimioterapia se pone por vena.
Ablación tumoral
Descripción: Consiste en colocar de manera muy exacta y guiado por una técnica de imagen, una o varias agujas en el centro del tumor a tratar. La forma más frecuente de realizar una ablación es percutánea, es decir, con una aguja desde la piel (sin abrir al paciente). Estas agujas, por distintas tecnologías, aplican una energía que destruye de manera controlada un volumen de tejido, eliminando así el tumor. La ablación puede llegar a ser curativa de manera definitiva en buena cantidad de casos.
Entre las tecnologías de ablación más conocidas están la Radiofrecuencia, las microondas o el láser (destruyen tejido a altas temperaturas); la crioablación o crioterapia (destruye tejido mediante congelación), y la electroporación irreversible (destruye tejido sin usar calor ni frio empleando pulsos eléctricos cortos pero de una gran intensidad).
Beneficios: Comparado con la cirugía convencional la ablación causa menos complicaciones y tiene un tiempo de recuperación más corto. Esto se aplica en algunos tumores de pulmón, hígado, riñon, péncreas, tumores en partes blandas (musculoesquelético). La ablación es un tratamiento que con frecuencia debe combinarse con quimioterapia o cirugía.
Termoablación Percutánea en tratamiento de tumor pulmonar
Bajo anestesia general y guiado por TAC el Radiólogo Intervencionista introduce una aguja a través de la piel hasta llegar al pulmón y situarla en el centro del nódulo pulmonar. La aguja está conectada a un generador que administra energía exclusivamente sobre tumor destruyéndolo al tiempo que respeta el tejido sano adyacente.
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